El gas sigue desempeñando un papel clave en el panorama energético mundial, impulsado por la transición hacia fuentes de energía más limpias y la creciente demanda en mercados emergentes.
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la demanda global de gas ha mantenido un crecimiento sostenido, aunque con variaciones según la región. China sigue siendo un actor fundamental, con un aumento significativo en su consumo de gas natural licuado (GNL), consolidándose como uno de los principales impulsores del mercado.
Se estima que la demanda mundial de energía aumentará aproximadamente un 30% para 2040, con el gas proyectado como una de las fuentes de energía de mayor crecimiento, con un incremento previsto del 45%. Sin embargo, este crecimiento estará influenciado por factores como la geopolítica, la inversión en energías renovables y las políticas de reducción de emisiones.

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